La mayoría de los problemas y fallas de las estufas, tanto de gas como eléctricas, necesitan simplemente unos cuantos ajustes mecánicos, muy a menudo, sencillos de realizar por nosotros mismos. Sin embargo, dado que hablamos de elementos sensibles con gas o electricidad, es siempre recomendable acudir a un profesional cuanto antes si los trucos que te contamos más abajo no funcionan. Nadie quiere quedarse comiendo de microondas o de Delivery durante mucho tiempo, ¿verdad? Veamos ahora cuáles son esas fallas más comunes de estufas.
Falla extremadamente común. Las razones por las que esto puede ocurrir son diversas, siendo las más comunes la obstrucción de las portillas del quemador. También puede ocurrir que nuestro dispositivo de encendido eléctrico, si tienes uno, no funcione correctamente. Puede estar sucio, no conectado correctamente a la corriente, etc. Debes estar atento a cualquier ruido anómalo del encendedor, ahí está la clave en la mayoría de las ocasiones.
Si eres capaz de encender el quemador acercando una llama externa (hazlo con mucho cuidado, por favor), el problema está en el encendedor. Intenta limpiarlo y, si no funciona, llama a un técnico. Esto puede ser una reparación sencilla.
En muchos casos puede deberse a una obstrucción, así que debes limpiar la apertura. También puede deberse a falta de entrada de gas. Echa un vistazo a los conductos de gas y mira si están doblados en algún punto.
Como en el caso anterior, este tipo de falla es muy común en nuestras estufas y el origen del problema suele residir en obstrucciones que pueden limpiarse o solucionarse si se deben a conductos doblados. También puede deberse a falta de gas o por un exceso y esto puede ajustarse.
El primer paso, antes de llamar a un técnico, debería ser apagar el quemador, dejar que se enfríe y realizar una limpieza profunda. También puedes intentar ajustar la entrada de aire moviendo el tornillo hasta que la llama sea de un azul claro y silencioso.
Muchos hornos a gas tienen un piloto situado normalmente en la parte de atrás, debajo de la placa. Antes de llamar al técnico, desmonta el piso del horno quitando la placa y ajusta el tornillo regulador. También limpia bien esa zona para asegurarte que no hay obstrucción. Si el problema sigue sin resolverse, no dudes en llamar a un técnico.
Lo primero es verificar que todos los quemadores están cerrados. Cierra además la llave del gas y ventila tu cocina inmediatamente. Verifica si hay algún ruido extraño por donde esté saliendo el gas. Si aún así el olor persiste, llama a tu técnico y/o compañía del gas cuanto antes.
Si ninguna de las resistencias funciona, lo más normal es que tengamos un problema con algún fusible. En este caso debemos verificar la conexión y el cuadro eléctrico general. También verifica el cable a la estufa para asegurarnos de que está en buen estado. Si todo está correcto, lo mejor es llamar al técnico.
Si el problema es de una sola resistencia se trata de un problema interno de tu estufa. En caso de que sea una estufa de aros, sin cristal protector, verifica si existen señales de algo quemado en el interior. Observa si hay cables quemados o doblados, es posible arreglarlo uno mismo, aunque mi recomendación es llamar a un profesional para que nos haga una reparación de calidad. Si te atreves, desconecta totalmente la estufa de la corriente, levanta la cubierta y cambia los terminales afectados o pon un enchufe de repuesto. Esas son las partes donde suele estar la falla en la mayoría de los casos.
Este mismo último caso puede darse también en hornos eléctricos. Muy frecuentemente, en caso de falta de potencia o de un funcionamiento inadecuado, la falla suele estar en cableados quemados o en mal estado.
Si lo que le ocurre a tu horno es que calienta, pero el braseado no funciona, puede que tengas que remplazar esta pieza. Suele ser un cilindro fino, como un bolígrafo, de color negro, que está en la parte superior del horno. Si no brilla es que hay que remplazarlo. Puedes comprarlo online o bien acudir a tu tienda de electrodomésticos.
Otro de los problemas típicos afectando al horno eléctrico de tu estufa es el termostato. Si el horno se apaga muy pronto o se sobrecalienta o sientes que la comida no queda bien, puede que tengas que ajustarlo. En estos casos, lo mejor es ir a un profesional para asegurarte que el trabajo queda bien hecho.